Itinerario ruta: La Garganta, Hervás, Gargantilla, Segura de Toro.
Fecha: 19 noviembre 2.011
Distancia: 24 kilómetros.
Tiempo: lluvia, 17º.
Salida La Cumbre: 5,30 horas.
Llegada La Cumbre: 19 horas.
Duración ruta: 7,30 horas.
Equipo: propio de invierno, incluido paraguas.
Componentes: Mae, Pilar, Manolo, Alberto, Manuel, Andrés.
A las 5,50 horas estaba en la plaza de toros esperando al resto de los componentes y leyendo un mensaje del móvil para preguntarme si ibámos a iniciar la ruta, ya que la lluvia era intensa y las previsiones para todo el día preveían lluvias.
Se cambiaron de coche Pilar y Mae para acompañarme y emprendimos el trayecto por carretera mojada y oscura. A las 7,30 horas estábamos en Segura de Toro y seguidamente buscamos el autobús que nos llevaría hasta La Garganta. Ello nos sirvió para conocer la plaza del pueblo y hacer un buen calentamiento, debido al desnivel del pueblo y a que la parada de autobús estaba cerca de donde dejamos los coches.
Antes de las 9 estábamos en La Garganta, inicio de la ruta, si bien antes tomamos café para entrar en calor y prepararnos para la gran cantidad de agua que caía. Allí nos juntamos con Eduardo, Maribel y otros conocidos. Juntos comenzamos a caminar.
La temperatura era ideal, no hacía viento, el suelo estaba embarrado y ael paisaje era maravilloso, aunque la bruma impedía divisar el horizonte con nitidez. Colores con tonalidades diferentes, mezclados con el verde del otoño y el blanco de las primeras nieves en las cumbres.
Al llegar a Hervás tomamos un aperitivo, pasamos el control correspondiente y acompañados del agua, seguimos camino de Gargantilla, donde llegamos alrededor de las 14 horas.
Eduardo nos acompañó hasta su casa, nos secamos algo en la chimenea y comimos juntos y con un vino exquisito de su propia cosecha. Tomamos café en el bar y a pesar de seguir lloviendo, ahora con más intensidad, decidimos continuar hasta Segura de Toro. Allí nos ofrecieron chocolate con churros e inmediatamente tomamos los coches para regresar. Por cierto, el paraguas aguantó hasta el final, rompiéndose por una racha de viento puntual, justo cuando terminó la ruta.
A las 6,30 estaba en Cáceres y poco después, los otros componentes, en La Cumbare.
La experiencia bajo el agua, para contar; el trayecto ideal para disfrutarlo en otoño, un día sin lluvias y despejado.
Como la máquina de fotos es de todo terreno, también pude hacer bastantes fotografías de los componentes y paisajes.
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