cumbres de caceres: enero 2013

RUTA DEL VIADUCTO CAMPILLO DE DELEITOSA

FECHA: 27 enero 2013-01-27

LUGAR: Campillo de Deleitosa.

SALIDA: 10 horas.

REGRESO: 15 horas.

RECORRIDO: 12 kilómetros.

TIEMPO: 11º, nubes, niebla, lluvia.

EQUIPO: de lluvia.

COMPONENTES: Andarines, senderistas del Puerto de Santa Cruz y Trujillo.

Salimos a las 8,15 de La Cumbre para tomar el autobús en Trujillo a las 9 horas y continuar hasta la localidad de Campillo de Deleitosa.

Iniciamos la ruta, rectificamos el sentido y la dirección y por una senda no muy transitada subimos al lugar donde nos estaban esperando otros componentes. Cual sería nuestra sorpresa al comprobar gran cantidad de coches con cazadores que nos impidieron continuar el camino debido a que se iba a dar una cacería. El problema era el de los componentes que ya se habían adentrado en el lugar, donde no encontraron señalización alguna, pues la pusieron cuando llegamos nosotros. Aunque intentaron localizarlos con el móvil, fue imposible y solo con un coche pudieron advertirles que estaban en zona de la cacería y que nosotros no podíamos juntarnos con ellos. Después de más de una hora y haber tomado ya al de comida, emprendimos el regreso al pueblo por la carretera y por otro tramo de camino diferente. Una vez allí continuamos por el camino que nos indicó un vecino hasta llegar al viaducto por un lugar alejado del peligro de los cazadores. Realizamos un recorrido de dos kilómetros por el cauce del viaducto, disfrutamos del paisaje, hicimos las fotos correspondientes y volvimos por el mismo lugar hasta llegar al final, donde se encontraba una estación hidroeléctrica del siglo pasado. Aunque la mayoría se quedó allí comiendo, unos cuantos decidimos subir hasta el pueblo, debido a que ya había empezado a llover y también a un mal entendimiento entre algunos dirigentes de la ruta. Ya todos reagrupados, emprendimos el regreso a las 16 horas y una vez en La Cumbre, tomamos café y así dimos por concluida esta jornada.

A pesar de las adversidades, hemos disfrutado de bellos paisajes, con agua abundante y construcciones que en su tiempo debieron ser de gran importancia y que jamás habíamos oído hablar de ellas. Además, la compañía ha sido muy gratificante y, como siempre, la comida maravillosa.